Videos explicativos, libros, programas de televisión que enseñan complicados ejercicios y exigen grandes esfuerzos en la búsqueda de un cuerpo sano... y nadie dice que para poder cumplir con ellos, y hasta para poder vivir mejor, es necesario aprender a respirar.
Llenar el cuerpo de oxígeno en forma pausada, profunda y acompasada puede mejorar notablemente la calidad de vida de cualquier individuo, teniendo en cuenta que el oxígeno es un poderoso agente oxidante que proporciona calor, vapor de agua y gas carbónico al intervenir en el proceso de combustión de alimentos.
De esa manera, una persona que respira bien, acompaña mejor el proceso de "quemado" de las grasas y otras sustancias de reserva que contiene el organismo, aumentando considerablemente la cuota de oxígeno y ganando en fuerza y relajamiento interior y exterior.
Un ejercicio para antes de comer:
Cinco minutos antes de comer, realizar el siguiente movimiento respiratorio:
-Acostarse en la cama (si es posible, si no en una silla)
-Inhalar despacio y en dos veces llenando el pecho de aire.
-Pasar el aire al estomago rápidamente causando una revolución en el mismo.
-Repetir unas 70 veces.
Esta gimnasia puede resultar cansadora al principio, pero luego se hará parte de su rutina diaria, sobre todo cuando comience a notar los beneficios en la reducción de grasas y toxinas y en la "quema" de calorías.
Otro ejercicio de Relajación:
-Sentarse en un lugar aireado
-Sacarse los collares y adornos
-Abrigarse moderadamente
-Sentarse con la espalda derecha en el suelo y las manos apoyadas en los muslos.
-Apoyar el mentón en el pecho y comenzar a recostarse sobre su espalda muy lentamente.
-Descansar sus manos sobre el vientre e inhalar lenta y profundamente, inflando el estomago.
-Exhalar hasta que los dedos pulgares se junten sobre su vientre.
-Repetir el ejercicio por 60 segundos
-Volver a sentarse y recomenzar el movimiento (así, unas diez veces)
De esta manera se encontrará en un estado de profunda relajación y disminución de las pulsaciones, permitiendo una mejor irrigación sanguínea y un menor estrés de los músculos.
Un consejo imprescindible: si vas a comer queso, que sea libre de o bajo en grasa. El problema es que eso te limita a comprar los quesos cerrados al vacío, los cuales ya perdieron todo su sabor y grasa. Algo no muy agradable al paladar.
Por: Cristina Tanori Ruiz
